El protestantismo, que hoy reúne a unos 200 millones de creyentes, comenzó como un movimiento de agrupaciones cristianas que preconizaban la autoridad suprema de la Biblia libremente interpretada por los individuos en momentos en que la Iglesia de Roma exigía acatar la interpretación de su jerarquía (1524). Estos grupos Evangélicos, como se hacían llamar, terminaron por separarse y formar la Iglesia Protestante de Lutero. Un siglo más tarde los luteranos se dividieron cuando apareció un segundo líder protestante: Calvino. Une a Lutero y Calvino, y separa a ambos del catolicismo, la doctrina respecto a a voluntad del hombre en relación con Dios. Los católicos consideran que la voluntad se determina por sí misma en sus operaciones, o sea, que no existe la predestinación. Para Lutero la voluntad humana está atada a Dios o a Satán, nunca libre. Calvino concede al hombre únicamente libertad de coacción, o sea, que Dios no mueve con violencia a la voluntad a obrar, pero sí la determina previamente, de manera que no se puede resistir a hacer el bien o el mal. Por lo tanto, aceptan dos tipos de predestinación. Los protestantes no tienen un credo específico ni organización determinada.
muy interesante la info
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